Un envase diseñado en Activa en el año 2000, cuya objetivo primordial era proponer un envase divertido y diferente para un nuevo producto, el minilacasitos, en el mercado de aquellos años. Se optó por un «gran lacasitos» del que salían los nuevos minilacasitos. La acción de comerlos se asemeja a como si se bebiera del envase.