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Harineras Villamayor. Cómo pasar de envasados de formato industrial a pequeño formato.

En esta ocasión queremos hablar sobre los pasos que se deben tener en cuenta para desarrollar, con éxito, envases de formato industrial a pequeño formato. Para ello os mostramos un proyecto real para Harineras Villamayor, realizado por Activa Diseño.

Estado inicial

Se trata de una empresa con una dilatada experiencia, cumpliendo 85 años, y en una constante evolución. Exportan desde el año 1998 con productos de alta calidad. Ya por aquellos años, principio del milenio, no solo se destacaban por la gran calidad de sus productos, si no también por una original y simple arquitectura de sus envases. La múltiple oferta de producto se diferenciaba por una arriesgada y elegante paleta de colores que diferenciaba a sus sacos de 25 kilos del resto de todos sus competidores.

En su época, hace 20 años, eran ejemplo de cómo diferenciar y dar valor al producto –no solo por su gran calidad– a través de una codificación cromática. Llegó a tal punto, que los propios clientes, hacían el pedido por colores. En las imagen que se muestran a continuación se pueden ver cómo eran estos envases.

Como cualquier otra empresa, y con la inauguración de la nueva planta en 2009, llegó el tiempo de seguir creciendo. A partir de este momento llegó la oportunidad de llevar una serie de harinas de gran calidad, dirigidas siempre a industria y panaderos en sacos de 25 kilos, al mercado de gran consumo con paquetes de 1 kilo.

Objetivo

El objetivo principal, al realizar un proyecto de packaging para gran consumo, es la reconocibilidad inmediata del producto. Se debe de tener en cuenta que el consumidor final debe de encontrar el producto entre un enorme lineal lleno de «inputs». Tambien es muy importante, en el caso de estas harinas, que se asocien a la harina «de toda la vida», «la que utiliza mi panadero».

Para ayudar a un reconocimiento rápido del producto que se adquiere, tenemos que apoyarnos en buenas fotografías que nos ayuden a entender rápidamente que producto contiene o que se puede elaborar con dicho producto. Una esmerada realización y producción fotográfica asegurará el éxito y funcionalidad del proyecto.  En la fotografía se deben cuidar todos los detalles, ya que todos ellos deben trasladar una información fundamental al consumidor final casi sin necesidad de leer los textos del propio envase. Una vez tenemos la atención del cliente, puede confirmar la compra, leyendo los textos como: tipo de producto, para que sirve, como debe utilizar, etc.

Proyecto

Para el desarrollo del proyecto, se toma como base la misma arquitectura de elementos gráficos que conforma la gama de sacos de 25 kilos: marca, colores, posicionamiento de textos legales, etc.

Se decide utilizar la zona superior del envase, un área de color llamativo, para implantar la denominación del producto de modo simple, directo y con una gran legibilidad.

Para el área fotográfica reservamos la zona blanca, utilizada anteriormente en los sacos de 25 kilos por unos dibujos de un campo de trigo. En el caso de la gama de harinas de 1 kilo, se proponen los diferentes tipos de alimentos que se pueden cocinar con cada harina. Es muy importante mostrar al consumidor final el posible resultado que obtendrá.

El resultado final es una gama de harinas de 1 kilo, con un aspecto limpio, tradicional y moderno a la vez y destinado al consumidor doméstico. En las imágenes adjuntas se puede observar como con una arquitectura común se articula toda la gama actual de harinas de 1 kilo de Harineras Villamayor. Esta arquitectura de envases, proporcionó una futura ampliación de gama de forma ordenada, creando una branding equilibrado, por ejemplo la gama de harinas ecológicas.

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